General

Charla sobre autoridad y límites

XERRADA- TALLER “AUTORITAT I LÍMITS”

http://arenalampa.blog.pangea.org/2016/03/03/xerrada-taller-autoritat-i-limits/

por el AMPA del Arenal

«Vivir las consecuencias de nuestras acciones», es algo que Gemma Majó ha repetido a menudo durante la charla.

He acudido con otros treinta padres a esta charla, que ha ofrecido la citada terapeuta, en el colegio Arenal de Poblenou, en un intento de ser más consciente de lo que pasa cuando le pongo un límite o una regla a mi hija.

Y como, a pesar de que me pesaba el cansancio durante la reunión (que ha sido por la noche), la he encontrado muy interesante, entonces apunto unas notas por si os pueden servir de ayuda.

Según Majó, poner normas es una forma de amar, porque ayuda a nuestros hijos a entender cómo se vive en sociedad, en grupo.

Los límites son parecidos a “carreteras que utilizamos para llegar a nuestras metas”, sin ellas andaríamos con mucha más dificultad, despistados, con demasiadas opciones por considerar.

Mirando el papel de los padres, lo más difícil no es poner un límite, sino mantenerlo: mantenerlo a pesar de que nos cueste mucho (quiero decir que a veces no haría falta, en concreto, lo que el límite prescribe – imagino el hecho de “acabar la comida”, no siempre hace falta, e igual a nosotros nos gustaría levantarnos de la mesa – pero tenemos que simplificar el mensaje y repetirlo, y sobre todo “actuarlo” en nuestra vida).

Pero los límites dan certidumbres a nuestros hijos: los ayudan a organizar el mundo, de ahí su importancia.

Entonces, pocos límites bien claros, acordados por los padres o cuidadores, y sobre todo que se mantengan en el tiempo, que no cambien.

Por supuesto, una vez fijada la norma, hay momentos en los que puede ser recomendable saltársela, pero:

  1. primero tiene que estarestablecidao reconocida (por la costumbre)
  2. los padres (aunque no lo digan) tienen que conocer por qué se deroga (y no vale “porque estoy cansado y tengo prisa…”

Y si los niños se pasan, nuestra respuesta tiene que ser la consecuencia directa de su acción, no con un castigo que nada tenga que ver con los hechos “malos”. Porque si el niño no vive con una experiencia directa las consecuencias (como pequeños son egocéntricos), no lo entenderá y no lo relacionará.

Veamos un ejemplo: mi hija en el baño vierte el jabón en el suelo. No tiene sentido, para un bebé, que después no le deje ir al columpio, por el contrario sí que entenderá que le dé un trapo para limpiar. La primera vez le gustará, pero seguramente a la tercera no tanto…: “si ensucias, después limpias”, una regla clara y universal.

De poco vale amenazar: «amenazamos a menudo si, en realidad, lo que  queremos evitar es que pasen las consecuencias del comportamiento “malo”». Pongamos otro ejemplo: «Si no comes tendrás hambre esta noche» decimos, porque la consecuencia, el niño que llora a las tres de la mañana, no nos gusta para nada; pero los niños pequeños no tienen la facultad de imaginar, y si no viven algo no lo entienden. Siguiendo con la comida, si decimos: si no comes más te levantas de la mesa, significa que tendremos a nuestros hijos a nuestro lado mientras nosotros acabamos la cena (escenario no muy agradable, os aseguro, con nosotros repitiendo “te había dicho que si te levantabas…”).

Un apunte curioso sobre los límites: los niños que se saltan los límites son más inseguros, porque necesitan confirmar su existencia real de los límites establecidos.

“Y, ¿qué pasa si de repente se dejan de respetar los límites?” Pregunta el cuidador de un niño de 8 años. “Algo ha pasado”, contesta Gemma, “porque la tristeza de los niños es explosiva (mientras que la de los adultos es introspectiva). Antes de la adolescencia, si hay cambios rápidos en el comportamiento de los niños hay que investigar qué ha cambiando en su percepción del mundo (nueva maestra, incomodidad con los amigos, muerte de un ser querido…).”

Un niño tiende a ser egocéntrico: todo pasa por algo relacionado con él (más adelante entenderá que no es así, que el abuelo no ha muerto porque él ha sido malo, por ejemplo).

Entonces, en conclusión, demostramos interés por la petición de establecer unos límites , pero intentamos no derogarlos, porque estamos educando a nuestros hijos a elegir responsablemente.

Sobre la terapeuta: Gemma Majó, https://es.linkedin.com/in/gemma-majó-9b382818/en

La Xell también organiza charlas sobre límites y conflictos, aquí os dejamos la información de la próxima programada.

Límites y conflictos Celeste Vaiana

 

Leave A Comment:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Resolver : *
24 − 12 =