¿Qué es un espacio de crianza?

Para nosotrxs es un espacio de acompañamiento amoroso y respetuoso a familias con criaturas de hasta 3 años. Es un espacio donde las niñas y niños son los protagonistas de la jornada. Las acompañantes observan sus necesidades y motivaciones y  facilitan el entorno, el material y el clima emocional que requieren para desarrollarlas. En este día a día viven distintas situaciones cotidianas que les llevan a conocerse a sí mismxs y a aprender a convivir con los demás. Aprenden autonomía, como por ejemplo lavar sus manos o comer solos; aprenden a relacionarse con los demás y se piden los cuentos en lugar de quitárselos de las manos; desarrollan su psicomotricidad moviéndose libremente por el espacio; expresan el deseo o proyecto que quieren materializar, confiando en sus posibilidades…..

Autonomía

Aprenden autonomía, como por ejemplo lavar sus manos o comer solos

Autoconocimiento

Viven distintas situaciones en el día a día que les llevan a conocerse a sí mismxs y aprender a convivir con los demás

Sociabilidad

Aprenden a relacionarse con los demás y se piden los cuentos en lugar de quitárselos de las manos

En este clima de seguridad, afecto y respeto creado por el adultx, la criatura pone en práctica sus capacidades y las vive de manera placentera, porque hay una acompañante disponible para mirarlx, para dar significado a su acción y para ofrecerle vivencias emocionales y afectivas significativas. Cada criatura es un SER único, con una expresividad propia, es portador/a de una historia familiar concreta y de unas competencias determinadas. Y tiene todo el derecho a manifestarse tal cual es y a ser amadx y respetadx por ello. Ponemos la mirada en su SER global, no en su conducta.

Nuestro espacio

Nuestro espacio está adaptado para que los niños y niñas puedan desarrollarse de manera plena. Para ello, contamos con:

Área de juego libre

Área de descanso

Patio exterior

Cocina

Un día en un centro de crianza

El día comienza para las educadoras llegando, un poco antes, para saludarse y preparar el ambiente que después se encontrarán las familias.  A partir de las 9’00h empiezan a llegar las familias.…sin prisas, pues se trata de hacer una ENTRADA RELAJADA, es decir, llegar con tiempo suficiente para saludar, bajar del carro, dejar el abrigo y los zapatos y con mucha calma para proyectar el día.

Los primeros minutos en el espacio de crianza cada mañana son de reencuentro y adaptación, son habituales las muestras de júbilo cuando llega una nueva caracola: ¡qué bueno que llegaste! ¡me alegro de verte! La idea es hacer una transición y que las caracolas se queden tranquilas y a gusto en el grupo de crianza, esto suele llevar una media horita.

El resto de la mañana hasta la hora de comer varía según el día. Normalmente ponemos algo de música para empezar, las caracolas son muy bailongas y les encanta empezar moviendo el esqueleto. Algunas mañanas las educadoras hacen propuestas de experimentación con distintos materiales: arena, agua, arcilla, harina, pintura, telas, psicomotricidad… Aquí os enseñamos algunas fotos, que dicen mucho más de lo que podamos explicar…

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Jugando en el parque

Otras mañanas salimos al parque, una aventura para las caracolas que siempre tienen ganas de salir al aire libre y experimentar con otras estructuras.

Sobre las 12h nos preparamos para comer, acompañamos el ritual de lavarse las manos con una canción e invitamos a las caracolas a sentarse a la mesa. El momento de la comida es quizás el más tranquilo de la mañana, por regla general las caracolas devoran el plato que siempre lleva una porción de verduras ecológicas, un cereal y algo de proteína. ¡Da gusto verlas comer!

 

Después de la comida las caracolas se entretienen con las distintas propuestas del espacio: cesta de los tesoros, cajas con distintos elementos para introducir, botellas de sonidos y colores, plumas, cojines de psicomotricidad, balancines. Algunas se retiran a buscar su espacio, otras interactúan entre ellas, y otras caen rendidas y duermen un rato.

Despedimos la mañana cantando, tenemos una caja de música con tarjetas de canciones de todas las nacionalidades e idiomas de cada caracola, un momento muy emotivo.

Sentados jugando

Este es un día cualquiera en el bosque, toda una experiencia para las caracolas y para los que las acompañamos.